domingo, 21 de octubre de 2012
Verde dulce mirada...
Antes morena casi negra, ahora rubia a causa de los años, y en la cara ni una sola arruga. Sus ojos de un verde intenso, no dejan indiferente a nadie.
Nació en un pequeño lugar, en el seno de una familia en donde reinaba la paz y la bondad. Se reunían por las noches a cantar a la luz de un cálido fuego, el que reina en un hogar donde se hospeda y acoge aquel que no tiene lugar.
Vivió y creció hasta muy temprana edad en aquel lugar, donde todo el mundo la conocía. Siempre tuvo un espíritu especial, se acercó a las personas fueran quienes fueran, siempre con una sonrisa. El destino supo, que pronto se iría a un sitio más grande, pues un espíritu tan fuerte, con una personalidad tan grande, necesita de un sitio más concurrido, donde sembrar su buenhacer.
Supo decir que sí tan temprano a tantas cosas que la han hecho de ella una madre y mujer excepcional. A veces las personas que parecen fuertes por fuera, son las más débiles y las que parecen miedosas y tienen conciencia de ello, son en realidad espíritus fuertes que pueden con todo.
A veces cuando no se da cuenta, me quedo mirándola y pienso en todo lo que ha vivido. El único pensamiento que se me ocurre es que no puede ser más perfecta.
*Cuando hablo de perfección la gente a veces se lleva las manos a la cabeza, es cierto que es una palabra fuerte, pero perfección para mi al menos, no es hacerlo todo bien. Eso, no es humano. Perfección es caer mil veces y volverte a levantar, es hacer daño, pedir perdón y conseguir que no se vuelva a repetir. Perfección es tener fuerza de voluntad por amor y a ella, de eso, le sobra.
Por eso, siempre pienso que es perfecta dentro de su imperfección.
Otra gran cualidad que tiene, es su inmensa generosidad. A veces no entiendo como se puede dar tanto y siempre sonriendo, ni una mala cara. Siempre dispuesta a servir, jugándose la propia salud. No me extraña que todo el mundo quiera tenerla en su vida.
Lo cierto, esque se nota que idolatro a esta persona. Pero no de una manera ingenua, no como quien forma una persona diferente en su cabeza a la que realmente conoce. Yo la conozco, la he conocido en sus malos momentos, cuando ha tenido miedo, cuando se ha desesperado con los problemas de la vida, cuando no ha podido más pero también la he conocido escuchandome, riendo a carcajadas y trantándome con cariño, la he conocido sintiendose culpable y he visto la niña buena, el buen corazón que guarda dentro. Y la verdad, me he sentido la persona más afortunada del mundo por tenerla en mi vida y por estar tan cerca de ella.
Ella es clave en mi, en el mundo. Es un regalo. Y los regalos hay que agradecerlos siempre.
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